10 consejos para gestionar mejor tu energía vital

10 consejos para gestionar mejor tu Energía Vital

La Energía Vital, no hace falta definirla, tod@s la experimentamos todos los días y sobretodo pensamos en ella cuando nos falta, cuando la echamos de menos.

Antes de la aparición de cualquier síntoma/enfermedad experimentamos agotamiento de la energía vital.

Si tú, lector, padeces de dolor crónico sabes de lo que te hablamos. Seguramente si miras atrás y piensas en cuando empezó tu calvario recordarás haber vivido unas circunstancias estresantes y agotadoras previamente a la aparición de los síntomas. Todo ese estrés mantenido en el tiempo agotó tus reservas de Energía Vital, y perdiste el equilibrio en tu Salud, o lo que es lo mismo: apareció “la enfermedad”.

Hoy os queremos hablar de este concepto, la Energía Vital, a raíz de un buen libro que escribió un Médico Higienista al que admiramos, el Dr. Karmelo Bizkarra: “La Enfermedad. ¿Qué es y para qué sirve?.

En cuanto a Salud Física, el Higienismo tuvo sus inicios en EEUU a principios del siglo pasado y posteriormente entró en Europa de la mano de médicos, biólogos e investigadores no ortodoxos. Y como su propio nombre indica, es una corriente que promueve recuperar la Higiene Vital para sanar la enfermedad, o más bien dicho, para recuperar la Salud que nuestro organismo ha perdido.

Según esta corriente de Salud no hay que combatir la enfermedad, o mejor dicho sus síntomas, sino buscar la Salud a través del estudio y la aplicación de los elementos que la favorecen, los llamados factores de Salud:

  • Alimentación Saludable 
  • Respiración y oxigenación adecuada
  • Tomar el sol
  • Descanso
  • Movimiento adecuado
  • Higiene mental
Las esferas para una Buena Salud

Los síntomas molestos como el dolor crónico, nos indican que no vamos por buen camino, que tenemos que cambiar, que nuestro cuerpo “no puede vivir más” con las condiciones actuales. 

El sistema médico convencional trata los síntomas con “parches” (medicamentos) con el objetivo de acallar y silenciar “las quejas” de nuestro cuerpo, pero al “tratar” la enfermedad no se soluciona nada, lo más probable es que el cuerpo vaya por otro lado para poder seguir diciéndote: 

“Tía/tío, basta ya, por aquí no vas bien, hasta que no cambies no dejaré de quejarme…”

Tu cuerpo

La cuestión es identificar en cuál de los factores de Salud estamos fallando y hacer los cambios necesarios para recuperarla. 

Será difícil porque implicará salir de tu zona de confort, de tu modo automático de funcionar, y a lo mejor tienes que romper con tu “modus vivendi” actual (que te ha llevado a donde estás), pero…que hay más importante que tu Salud? (Espero que digas “nada” porque sino ya puedes empezar a cambiar algo, tu respuesta).

Volviendo a la Energía Vital, todos la tenemos de base, con una herencia genética que puede marcar ciertas predisposiciones, claro está, pero dejando a un lado enfermedades de nacimiento o infantiles. Partimos de la suposición de que siempre hemos tenido Salud y un día empiezan a aparecer los síntomas. 

Ayer vino un paciente a la consulta y me explicaba que tenían un escape de agua en casa y que no acababan de saber por donde perdía…y pensé que era una buena metáfora: tenemos que investigar por dónde estamos perdiendo la Energía Vital:

¿dónde está el “escape” (o los “escapes”)?

En el libro del Dr. Bizcarra nos habla de que la Energía Vital se reparte entre 3 sistemas:

  1. Nutrición
  2. Relación
  3. Eliminación

(Además también se necesita energía para el crecimiento y la reproducción)

  1. El Sistema de Nutrición:

Este sistema se encarga de los procesos de digestión y asimilación de los nutrientes. No solamente tiene lugar en el aparato digestivo, sino que cada célula en última instancia realiza su proceso de nutrición. 

También forman parte de este sistema la Respiración, por el aporte de oxígeno, nutriente básico celular, y el sistema circulatorio que llevará todos los nutrientes a su destino final: las células.

2. El Sistema de Relación:

Este sistema se encarga de todos los órganos y tejidos que nos ponen en contacto y relación con el mundo exterior y con las demás personas. 

Cuando nos movemos, pensamos, sentimos, nos comunicamos, hacemos un trabajo intelectual o hacemos ejercicio, la energía vital es llevada a los órganos que se encargan de poder realizar todas estas acciones: cerebro, músculos, órganos de los sentidos, sistema nervioso, etc.

3. El Sistema de Eliminación:

El sistema de Eliminación es el que se encarga de eliminar de nuestro organismo todas las toxinas que entran del exterior y los productos de deshecho de nuestro propio metabolismo. Los órganos encargados de esta eliminación son: los riñones, los pulmones, el aparato digestivo y la piel.

Igual que sucede en el Sistema de Nutrición, en el de Eliminación también es muy importante el buen funcionamiento del sistema circulatorio. Este sistema también se encarga de la reparación de los tejidos dañados.

Cuando la Energía Vital está bien equilibrada entre estos 3 sistemas, la Salud se mantiene. Cuando hay una centralización o demanda excesiva de Energía por parte de alguno de los 3 aparece el desequilibrio:

Exceso de demanda del Sistema de Nutrición:

Todos hemos experimentado la sensación de barriga llena después de una comida copiosa y excesiva. Toda la sangre se concentra en nuestro sistema digestivo, nos cuesta pensar, movernos e incluso nos entra somnolencia debido a la bajada de energía en nuestro cerebro. 

Pero hay personas que, sin saber porqué, viven todos los días en este estado. Debido a una alimentación inadecuada, intolerancias a ciertos alimentos no identificadas, disbiosis intestinal (desequilibrio de la flora bacteriana)…etc. viven cada día gastando muchísima energía en su sistema de Nutrición. Y les cuesta moverse, concentrarse e incluso relacionarse con los demás a veces se les hace un mundo…del mismo modo el sistema de eliminación también cede su energía hacia el abdomen, favoreciendo la retención y acumulación de toxinas.

Un porcentaje muy elevado de enfermedades autoinmunes empiezan por un desequilibrio y daño en el sistema digestivo. Allí es donde residen el 80% de células inmunitarias, controlando lo que entra por el epitelio intestinal. Una alimentación inadecuada puede lesionar nuestra pared intestinal generando lo que hoy en día se conoce como “permeabilidad intestinal” (“las puertas” se han hecho dobles). Esto permite que entren substancias que no deberían cada vez que comemos, nuestros “soldados” (células inmunitarias) lo detectan y se ponen a la defensiva, generando una respuesta inmunitaria crónica permanente: enfermedad autoinmune.

Exceso de demanda del Sistema de Relación

Cuando trabajamos en exceso, sobretodo en una profesión que no nos gusta, pasamos muchas horas sentados delante del ordenador o teléfono, sufrimos muchas preocupaciones, vivimos en una ciudad con el aire contaminado, luces y ruidos constantes…gran parte de la Energía Vital se nos “escapa” por este sistema, dejando a los otros dos con menos energía para llevar a cabo sus procesos. Esto supone un incremento de las toxinas que se acumulan en nuestro organismo y dificultades digestivas.

Exceso de demanda del Sistema de Eliminación:

Vemos una mayor demanda de Energía Vital hacia el Sistema de Eliminación en lo que podemos llamar: “Crisis de desintoxicación”. Esto podría ser un catarro, descomposición intestinal, dolor de cabeza, etc. Cuando esto sucede el organismo concentra la energía en eliminar el exceso de toxinas acumuladas y resta energía al sistema de nutrición y relación. Es por eso que cuando nos sentimos enfermos no tenemos apetito ni fuerza física ni mental para poco más que estar tumbados en la cama. Las luces y ruidos nos molestan, y emocionalmente estamos más sensibles, agradeciendo los cuidados y mimos de los demás.

En la enfermedad crónica la energía se concentra también mayormente en este sistema, apareciendo los mismos síntomas aunque menos intensos pero más duraderos.

Cuando el organismo no tiene la energía vital suficiente para provocar más crisis de desintoxicación (porque la malgasta entre los otros 2 sistemas) o los cortamos con medicamentos, las toxinas no pueden ser eliminadas.

Si además continuamos con el mismo estilo de vida, hay una acumulación progresiva de toxinas que el cuerpo se ve obligado a arrinconar en alguna parte, y con el tiempo, los síntomas se cronifican y dan lugar a la llamada “enfermedad crónica”.

Este concepto de Energía Vital y sus 3 sistemas de repartición es sencillo y te puede hacer entender dónde estás malgastando tu energía. El primer paso es tomar consciencia, el segundo es hacer cambios allí donde sea necesario para recuperar el equilibrio de tu Salud.

Aquí tienes los 10 consejos para gestionar mejor tu Energía Vital:

  1. Cuida tu alimentación, dale a tu organismo la mejor «gasolina».
  2. Cuida tu Respiración para darle el mejor aporte de oxígeno a tu cuerpo.
  3. Bebe agua mineral de calidad y en la cantidad adecuada todos los días.
  4. Muévete todos los días con intención de re-hidratar tu cuerpo activando la circulación por todo el organismo.
  5. Vive conectad@ con el momento presente, cuida tus pensamientos. La mente rumiante que vive en el pasado o en el futuro consume mucha de nuestra energía.
  6. Busca exponerte al sol todos los días, sin crema solar, 10-15 minutos, incluso en invierno.
  7. Descansa cuando estés cansad@. Véte a dormir a las 23:30h como tarde y duerme entre 7h y media- 8h cada día.
  8. Contacta regularmente con la Naturaleza, ya sea el mar o la montaña, con los pies descalzos un rato. Sal del «cemento» siempre que te sea posible.
  9. Haz lo que te gusta. La vida adulta esta llena de responsabilidades, pero no podemos olvidar que estamos en este mundo para disfrutar lo que podamos, busca tiempo para ello, no te olvides.
  10. Busca regularmente el contacto con las personas que quieres y que te llenan de alegría.

Esperamos de todo corazón que este artículo te haya sido de ayuda, y te brinde un poco de luz hacia el nuevo camino que tienes que tomar para recuperar tu Energía Vital.

Claudia y Vanessa.

adios al dolor crónico

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