La Matriz extracelular o sistema fascial

La Matriz Extracelular o Sistema Fascial

En este artículo os vamos a hablar de la Matriz Extracelular (MEC) o Sistema Fascial porque en los últimos años se está descubriendo la relación que puede tener con el dolor crónico.

Se trata de un conjunto de células especializadas que se encuentran en el espacio intercelular (entre células) y que lo INTEGRAN todo. Hoy en día no es la fascia, es el sistema fascial, una red de tejido conjuntivo que nos da forma, nos mantiene unidos, y conecta todo con todo, de músculos a huesos, órganos internos, nervios y vasos sanguíneos. Es omnipresente desde debajo de la misma piel hasta los órganos más profundos y el cerebro.

Aunque podamos pensar que incluso el sistema fascial puede ser dividido en partes individuales, en nuestra realidad física, es un sistema completo donde un acontecimiento local tiene efectos sobre todo el sistema corporal.

Este texto puede resultar un poco más denso para aquellos lectores que no estáis familiarizados con los conceptos de anatomía o fisiologia, pero nos ayudará a entender con más profundidad la misión del tejido fascial.

El término Matriz Extracelular (MEC) se refiere a todas las sustancias extracelulares (fuera de las células) del tejido conjuntivo.

Podemos clasificar su composición en 3 elementos:

  1. Fibrillas proteicas insolubles: Principalmente colágeno y elastina. La elastina, como su propio nombre indica, se utiliza en zonas donde es necesaria la elasticidad, como la oreja, la piel o algunos ligamentos específicos. El colágeno, la proteína más abundante del organismo, predomina en la red fascial o MEC. Existen 28 tipos de fibras de colágeno que varia su composición en función del tipo de tejido al que va destinado. En el sistema fascial el que más predomina es el de tipo I.
  2. Proteinas interfibrilares solubles: la llamada sustancia fundamental. Es un gel acuoso compuesto por glucosaminoglucanos como el ácido hialurónico (entre otros). Forma parte del entorno de casi todas las células vivas. Estas moléculas captan agua para permitir la distribución de los metabolitos y participan en la barrera inmunitaria, ya que son muy resistentes a la diseminación de las bacterias.
  3. Agua: la mayor parte no se encuentra circulando libremente sino atrapada entre las moléculas de sustancia fundamental, como si de una esponja se tratara.

Mecánicamente la MEC ha evolucionado para distribuir las tensiones del movimiento y de la gravedad al mismo tiempo que mantiene la forma de los distintos componentes del organismo. Además proporciona el entorno físico y químico idóneo para las células inmersas en ella, construyendo un medio iónico hidratado y poroso a través del cual los metabolitos y los elementos nutritivos pueden difundirse fácilmente.

CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA FASCIAL:

  • Sistema continuo: Si imaginamos que sumergimos un cadáver en algún tipo de disolvente que arrastrara todas las células y dejara únicamente la estructura de tejido conjuntivo (la MEC), veríamos la forma continua de la estructura corporal al completo, piel, tejido fibroso que rodea los músculos y los órganos, cartílagos y huesos. Es un sistema continuo que mantiene nuestra integridad estructural y conecta todas las estructuras corporales desde la cabeza hasta los pies
  • Plasticidad: Cuando hablamos de plasticidad nos referimos a la capacidad que tiene el tejido para generar cambios en su estructura en función de la demanda de su entorno. Los fibroblastos (las células del tejido conectivo o MEC) reciben información sobre la tensión y responden generando más o menos colágeno. De esta manera podemos ver como algunos músculos que están hipersolicitados, es decir, que tienen una demanda de uso excesiva (malas posturas, movimientos repetitivos, etc.), muestran un incremento de tejido fibroso (colágeno) que se reconoce fácilmente con la palpación. En realidad esta capacidad es un claro ejemplo de la capacidad que tiene el cuerpo para adaptarse a las necesidades del entorno.
  • Nutrición: Hemos dicho anteriormente que los nutrientes y metabolitos acceden a las células a través de la MEC o sistema fascial. La facilidad o dificultad con la que los nutrientes alcanzan las células viene determinada por 2 factores:
    1. La densidad de la matriz fibrosa
    2. La Viscosidad de la sustancia fundamental

Si las fibras son demasiado densas o la sustancia fundamental está demasiado deshidratada y viscosa, estas células recibirán menor nutrición e hidratación.

Una de las intenciones básicas de las terapias manuales y del ejercicio físico es mejorar ambos elementos, tanto la densidad como la viscosidad, para permitir la libre circulación de nutrientes hacia las células y poder eliminar los productos de deshecho que puedan haber quedado estancados. El estado de las fibras y la sustancia fundamental está en parte determinado por factores nutricionales y genéticos, así como por el ejercicio. Algunas veces las fibras y «el pegamento» (sustancia fundamental) pueden provocar un «atasco» en áreas locales como consecuencia de un esfuerzo excesivo, un traumatismo o un déficit de movimiento. Una vez solucionado el atasco por cualquier medio, el libre tránsito de sustancias químicas permite a la célula abandonar su funcionamiento en modo de «supervivencia», manteniendo únicamente su metabolismo como si invernara, para retomar su función «social» especializada, ya sea la contracción, la secreción o la conducción.

«Sólo existe una enfermedad, y su nombre es congestión»

Paracelso
  • Comunicación: El sistema fascial transmite la información mecánica – interacciones de tracción y compresión – a lo largo de la red fibrosa, de fibra a fibra y de célula a célula. De la velocidad del sistema fascial nos interesa que cuenta con 2 ritmos. Por una parte la acción de la tensión y la compresión se transmite a todo el cuerpo como una «vibración» mecánica que viaja a la velocidad del sonido. Por tanto, la red fibrosa transmite la información más rápidamente que el sistema nervioso. Para poner un ejemplo que seguramente nos habrá pasado a todos alguna vez en la vida: imaginad que estáis bajando unas escaleras y llegáis al último escalón que llega al rellano para seguir caminando…pero vuestra percepción visual no ha visto que en realidad queda un último escalón y hacéis ese paso en falso que provoca la caída con el impacto sobre ese pie que recibe el suelo con todo vuestro peso…si os ha pasado alguna vez seréis conscientes como en ese paso en falso el impacto de la caída (aunque solo sea un escalón) os rebota hasta la cabeza prácticamente en el mismo instante que el pie toca el suelo. Este ejemplo explica la velocidad con la que el sistema fascial transmite la tracción/compresión por toda la continuidad del cuerpo. Por otro lado, la velocidad a la que el sistema responde con compensaciones a la estructura corporal es mucho más lenta. Es habitual que los Osteopatas y otros terapeutas estructurales descubran que el dolor cervical de este año se debe al dolor de la zona media de la espalda del año pasado, que a su vez de deriva de un problema sacroilíaco que se presentó 3 años antes y que, de hecho, tiene su base en la tendencia a los esguinces de ese tobillo izquierdo mantenida durante toda la vida! Estos patrones de compensación que a menudo incluyen una restricción de la miofascia a mucha distancia del lugar del dolor, son el pan de cada día para los profesionales de la integración estructural:

«Donde crees que está, no está»

Dra. Ida Rolf

Resumiendo, para concluir con el artículo, podemos decir que las fascias son aquél tejido continuo que envuelve TODAS las células de nuestro organismo, dándoles sostén e integridad, participando en su comunicación y nutrición, y generando cambios estructurales para adaptarnos mejor a las necesidades de nuestro entorno.

Desde hace algunos años la Ciencia está investigando mucho este sistema y se ha demostrado la relación que existe entre el dolor de espalda crónico y un mal estado de las fascias. En un próximo artículo os hablaremos de los descubrimientos que se han obtenido en diferentes estudios sobre el sistema fascial y el dolor crónico.

1 comentario en «La Matriz extracelular o sistema fascial»

Deja un comentario