CRÓNICO

Crónico

“El médico me ha dicho que mi dolor/dolencia es crónico”

  • Os habéis encontrado en esta situación?
  • Os han etiquetado con este diagnóstico?
  • Qué entiendes tú por crónico?

Vamos a reflexionar sobre el significado de esta palabra…

Según la definición del diccionario, crónico significa:

adjetivo

  1. [enfermedad] Que se padece a lo largo de mucho tiempo.«bronquitis crónica”
  2. [defecto, problema] Que está muy arraigado o se tiene desde hace mucho tiempo.»la obstrucción del tránsito en las horas punta es el mal crónico de las grandes ciudades”

Según esta definición su significado tiene relación con la duración de la enfermedad y/o problema, nada más.

En medicina, el dolor se clasifica como crónico cuando dura más de 3 meses, antes se dice que es agudo, si estamos en las 6 primeras semanas en las que inició el dolor, y subagudo si estamos entre las 6 y 12 semanas. Esta terminología es una clasificación en función del tiempo de duración, pero no nos da más información.

Entonces, diagnósticos como: 

Lumbálgia crónica, fatiga crónica, o bronquitis crónica, simplemente significan:

Dolor lumbar que dura más de 3 meses, cansancio excesivo que dura más de 3 meses e inflamación de los bronquios que dura más de 3 meses respectivamente. Obvio, verdad? Pero no nos explica el porqué, la causa…y el tratamiento farmacológico está orientado a tapar el síntoma la mayoría de veces, pero no a solucionar el problema de raíz.

El problema viene cuando la interpretación de este diagnóstico se convierte en la creencia de que crónico puede significar también:

  • “No tiene solución”
  • “Es para siempre”
  • “Tengo que vivir con ello”
  • Etc.

Estas interpretaciones son falsas, tenemos que desprendernos de ellas si sufrimos dolor o dolencias crónicas, porqué uno de los factores de mantenimiento del problema son estas creencias. Si crees estas afirmaciones tu sistema nervioso generará la química para mantener los mecanismos de alarma e inflamación, porque “el dolor es para siempre” (este es el mensaje que le mandas a tu cuerpo desde tu centro de control, el sistema nervioso).

Así que vamos a empezar por el principio. Te propongo un ejercicio: escribe en una lista todos los pensamientos y creencias que tienes en relación a tu dolor/problema. De esta manera serás consciente de los mensajes que le estás mandando todos los días a tu cuerpo. Una vez escrita, identifica todos aquellos que tengan un significado negativo, o de miedo, frustración, o que perpetúen el problema…después táchalos y pon al lado: MENTIRA. Y lo más difícil, tienes que creerlo de verdad: SON FALSOS.

A partir de este momento, cada vez que te descubras con estos pensamientos en la cabeza apártalos, y di: “MENTIRA, yo tengo la capacidad de curarme y lo haré”.

Este es el primer paso, darte cuenta de los procesos que estás generando en el cuerpo a través de tus pensamientos. No es fácil, debes ser constante y perseverante, para deshacerte por fin del peso que la etiqueta “CRONICO” ha puesto en ti.

El siguiente paso es hacer una revisión de todos tus hábitos (movimiento, alimentación, descanso-sueño, emociones) y pensar una estrategia para cambiarlos y mejorarlos. Hay una frase de Albert Einstein que me gusta mucho: 

Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”

Porque si sigues haciendo lo mismo, seguirás igual, nada cambiará.

Hablaremos de estas estrategias en siguientes artículos, con el objetivo de ayudaros a salir de este círculo vicioso del dolor, y poder finalmente decirle: “Adiós, Dolores”

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