Sobre botas, clavos y dolor

Termina la frase: Un clavo…

“Saca otro clavo”, puedes haber pensado.

O no, a lo mejor tu mente se ha quedado en blanco y te ha picado la curiosidad.

Sea como fuere la historia de hoy va de clavos, botas y dolor.

No va de relaciones de pareja ni rupturas. No es nuestro tema.

Esta anécdota, que sucedió de verdad, marca un antes y un después en el paradigma científico sobre la interpretación del dolor y su fisiología.

La primera vez que escuché esta información me dio un vuelco la cabeza, y si es la primera vez que te llega a ti, seguramente también lo hará.

Atiende.

Hace unas décadas llegó a las Urgencias de un Hospital de Gran Bretaña un hombre chillando a grito “pelao” del dolor que sentía.

Trabajaba en la construcción, y se había caído en la obra. 

La buena noticia es que cayó de pie de no demasiada altura. La mala noticia es que en la caída un clavo le había atravesado la bota.

Lo traían en ambulancia y el pobre hombre se retorcía de dolor cada vez que se miraba el pie.

Cuál fue la sorpresa de los médicos cuando, con todos los cuidados del mundo, le cortaron la bota hasta conseguir sacarla del todo…

…un rasguño.

El clavo había atravesado la bota pasando justo entre 2 de sus dedos provocándole tan solo una herida superficial en la piel.

Con este caso un grupo de científicos empezaron a hacerse preguntas…¿Cómo es posible que con una herida tan leve de los tejidos el hombre se retorciera de dolor?

Allí empezó el cambio de paradigma sobre la importancia que tiene la mente sobre el dolor.

Dolor no siempre es igual a daño en los tejidos.

El dolor no se produce en los tejidos, se produce en el cerebro, y en la interpretación que tu mente hace sobre los estímulos que le llegan.

Y si la interpretación que hace, sea consciente o inconsciente, es de peligro o amenaza puede desencadenar una respuesta dolorosa que se siente en los tejidos, en el cuerpo.

Hay mucho más…pero por hoy es suficiente.

Si entiendes que la interpretación de peligro, la amenaza y el miedo son la clave puedes empezar a trabajar hoy mismo, dándole calma y serenidad a tu mente.

Todo se puede mejorar. Vamos a por ello.

Si crees que podemos ayudarte de alguna manera puedes contactar con nosotras aquí.

PD: En EEUU están invirtiendo mucho dinero en la investigación sobre el dolor persistente debido a que se ha convertido en una epidemia y los opiáceos están causando estragos. 

A continuación te dejo el enlace a un documental de 10 minutos muy interesante que explica algunos de los mecanismos de los que te hablamos en estas cartas: