¿Cueces o enriqueces?

No sé a ti, pero a mi las canciones chorras de los anuncios y algunos eslogans publicitarios se me quedan grabados en el subconsciente.

“Carglass caaaambia, Carlglass repara”

Sabes lo que te digo, ¡¿verdad?!

Sobretodo aquellos que se repiten sin piedad.

Y es que así funciona nuestra mente, aquello que se repite, se establece.

“¿Cueces o enriqueces?” ¿Te acuerdas de este?

Creo que era de las pastillas de caldo de G.B (no quiero hacer publicidad), que nunca he comprado, pero allí están, en mi mente (¡Malditos anuncios!).

Te estarás preguntando: “¡¿Por qué me hablas de Publicidad, Claudia?!

Tranqui, estoy llegando al tema importante.

El caso es que el otro día, a raíz de una visita con una paciente, Pilar, estaba pensando cómo hablarte de un tema complejo de manera sencilla.

Y entonces, de manera mágica, “Cueces o enriqueces” vino a mi mente.

Pilar venía a mi consulta por dolor en varias zonas del cuerpo, pero además también me comentó que en los últimos años había perdido mucha masa muscular, y su consulta también era “¿cómo puedo recuperarla?”.

Le empecé a hacer preguntas y me empezó a contar cosas.

Resumiendo en una palabra: ESTRES.

Los últimos años de su vida habían sido un encadenamiento de circunstancias estresantes con las que tuvo que estar batallando.

Entonces le expliqué que el cuerpo puede estar en 2 estados: LUCHANDO (Cueces) o REPARANDO (Enriqueces).

Simpático o parasimpático.

Si está en uno NO puede estar en el otro.

Lo natural es estar el 90% del tiempo en estado parasimpático, relajados, tranquilos, enriqueciéndonos de la vida.

Y, puntualmente, con algún acontecimiento estresante, de corta duración, para poder volver al estado de calma.

Hoy en día lo natural, por desgracia, no suele ser lo normal.

Pilar llevaba meses, años, “cociendo” demasiado.

Para “cocer” necesitamos energía (gas, electricidad). En el cuerpo utilizamos los nutrientes (glucosa, grasas, proteínas) como fuentes de energía.

A menudo, como en el caso de Pilar, su dieta no aportaba los nutrientes necesarios e incluso tenía problemas digestivos que dificultaban su absorción.

Entonces, si no hay energía suficiente, ¿qué hace el cuerpo?

En estos casos el cuerpo coge la energía de la propia estructura, coge proteínas del músculo (atrofia), de la piel (pérdida de colageno), del hueso (osteoporosis).

Ella quería tonificar, hacer ejercicio para ganar musculatura. Pero en su caso hacer ejercicio significa consumir más energía todavía…y sin nutrientes suficientes con todo lo que te acabo de contar, ¿crees que ganará musculatura?

¿Qué necesita Pilar?

Dejar de cocer y empezar a enriquecer. Muy bien, lo has entendido.

Descansar, relajarse, disfrutar más, cuidarse mucho por encima de todo lo demás.

Soy consciente de que la vida, a veces, se complica demasiado.

Y los síntomas son la manera que tiene el cuerpo de decírnoslo: “Estás cociendo demasiado”.

Hay que parar. Reflexionar. Re-colocarnos con tiempo y espacio para nosotr@s. Con perspectiva, para poder ver la vida de otra manera.

No queda otra. Enriquecer, dejar de sufrir.

Si has captado el mensaje y lo aplicas en tu vida, cambiando los hábitos que sean necesarios, este mail puede ser un antes y un después en tu Salud.

Si necesitas ayuda para hacer estos cambios, Vanessa y yo te podemos acompañar.

“Para todo lo demás, Mastercard”

¡Mierda! Ya me ha vuelto a pasar…😉