La presión que te auto-impones y el dolor

Si tienes un cuerpo, y una mente, este mensaje te interesa.

Sobretodo si sospechas que el uno y la otra van de la mano.

Hace casi 20 años que me dedico a mover y tratar cuerpos, y las personas que los acompañan.

Y ya son 40 años los que llevo habitando el mío propio.

Verás, mi experiencia con el dolor persistente se remonta a unos 30 años atrás. Cuando tenía 10 aproximadamente me empezaron a doler las rodillas sin ningún motivo físicamente traumático.

Este suceso y su resolución fue el que me llevó a hacerme Osteopata, poniendo el foco solamente en el cuerpo y la conexión de todas sus partes.

Y con esta visión y la del movimiento he ayudado a cientos de personas.

Sin embargo, hay personas a las que no pude ayudar. Hacia las mismas técnicas que tan bien funcionaban en much@s y no eran efectivas en algunos casos.

O mejoraban, pero a lo días volvía a aparecer el síntoma.

¿¡Por qué?! Me preguntaba…

Y en esta pregunta ha seguido mi búsqueda, formándome, leyendo, investigando sobre la Salud y sobre el dolor específica-mente.

Y con la Mente topé.

No somos un cuerpo separado de la Mente, somos Personas completas, integrales.

El cuerpo es el vehículo de la Mente y de las emociones.

Cuando te pones nerviosa, si miras el cuerpo puedes notar como se acelera el corazón, la respiración y como tu musculatura se tensa.

Todo lo que nos pasa psicológica y emocionalmente tiene su respuesta en el cuerpo.

TODO.

Reflexionando sobre qué estaba pasando en mi vida cuando me empezaron a doler las rodillas encontré la respuesta.

Jugaba a tenis y se me daba muy bien. Mis entrenadores les decían a mis Padres: “ Esta niña, si entrena duro, puede llegar lejos”.

Sin quererlo interpreté que mi valor y la valoración de los demás estaba allí, y me auto-presionaba inconscientemente para ser la mejor.

Empecé a tener insomnio antes de un torneo, y la misma mañana del partido tenía diarreas. Sabía claramente que era por los nervios, y creía que también les pasaba a los demás (a mi hermano también les pasaba).

Mi cuerpo empezó a expresar la emoción que yo, psicológica y emocionalmente, no era capaz de expresar.

Esto lo tengo claro ahora, por mi propia investigación, no por los médicos especialistas que me vieron en ese momento.

Los diagnósticos fueron varios, la mayoría de ellos sin ningún tratamiento:

  • “Es de crecimiento”
  • “Osgutslatter”
  • “Tiene una pierna un poco más larga que la otra”.
  • Etc.

Nadie me preguntó cómo me sentía, que estaba pasando en mi vida.

Porque el sistema médico convencional se ha especializado tanto que ha perdido la perspectiva global, y separa la mente del cuerpo.

Aparece un síntoma en el cuerpo y solo miran el cuerpo, no a la persona que lo sufre.

Y cuando sufres (todos sufrimos), si no sientes y expresas ese sufrimiento, el cuerpo lo hace por ti.

Darse cuenta de esto es el inicio para desactivar el dolor y otros síntomas persistentes

Y moverte claro…perder el miedo a moverte y hacerlo acompañada/o por alguien que comprende un cuerpo dolorido cuesta bastante de encontrar. Así que aprovecha la oportunidad de recuperar tu fortaleza física y mental conmigo, en las Clases ByeByePain.  Te ayudo a soltar la presión y a desactivar el dolor.
Cuídate Mucho. Claudia ❤️